Idos; dejadme solo

Idos

Go to content

La soledad de idos no es únicamente deseada, también es una realidad. Y esto mismo debió pensar Benito Pérez Galdós cuando humanizó al lastimoso imperativo con la frase de El abuelo que titula este artículo. No hemos podido resistirnos. Pobre idos.

Pero qué caro te vendes, idos. La obstinación no es nuestro fuerte. Tenemos que reconocer que «iros» ha ganado una batalla que bien podría haber formado parte de un episodio nacional.

Pocos han sido los que no han caído rendidos a lo prohibido. No obstante, haberlos haylos. Pérez Galdós, por ejemplo. Así, al azar. Total, el señor del bigote que salía en el billete de mil pesetas solo ha sido uno de los escritores españoles más grandes de todos los tiempos.

Quizá fue por su prodigiosa memoria, pero el creador de la novela contemporánea, gran revolucionario de la prosa del siglo XIX y académico de la RAE, usaba idos.

«Así como de la noche sale el claro del día, de la opresión nace la libertad». Y el hablante manda. No somos «Doña Perfecta», así que optamos por el diálogo —que no por el teatro— como hizo Pérez Galdós con El abuelo. Entramos cual Venancio, respirando fuerte y limpiándonos el sudor de la cabeza, para analizar el origen de idos, el porqué de que nos suene a «bacalado» y el consecuente uso de «iros».

Lo cierto es que hay resbalones gramaticales de los que no se libran ni los faraones. Lo que Lola Flores gritó en la boda de su hija fue «Si me queréis, irse», aunque lo correcto hubiera sido decir «Si me queréis, idos». ¿O también sería correcto «Si me queréis, iros»? Quédate, te sacamos de dudas.

La de San Quintín

La RAE da un respiro a divinos y mortales y considera válido el uso de la variante «iros» como forma irregular de imperativo del verbo ir. Eso sí, puntualiza que «la forma más recomendable en la lengua culta para la 2.a persona del plural del imperativo de irse sigue siendo hoy idos. No obstante, dada la extensión de la variante iros incluso entre hablantes cultos, se puede considerar válido su uso».

Que iba a compartir espacio con «iros», eso ya lo sabía idos. Otra cosa es que la Academia recoja en un futuro próximo que la segunda persona del plural del verbo ir, con pronombre, se exprese también con la forma «iros». Esto ha traído consigo una nueva polémica y una nueva excepción.

Las formas de imperativo de la segunda persona del plural pierden la d final cuando se añade el pronombre os. En el caso del verbo marchar(se), el imperativo singular sería marchad y el plural, marchaos.

Bajo esa norma, el imperativo singular del verbo ir(se) sería id y el plural, íos. Como indica la Nueva gramática de la lengua española, el escaso cuerpo fónico de íos explica que se haya mantenido la d para dar lugar a la forma idos.

La incógnita

¿Por qué la forma correcta es idos? No hay felicidad que no tenga un «pero». Esta forma coincide con el participio idos y con el adjetivo idos que significa ‘trastornados’. Para evitar esta homonimia, optamos por usar «iros».

Hay otro gran culpable del imperativo de la discordia: el rotacismo. Transformamos en r un fonema que no lo es, en este caso d. Insertamos la r también en otros imperativos, no aceptados, como son el caso de «marcharos», en lugar de marchaos, o «callaros», en lugar de callaos.

La posible aceptabilidad de «iros» no se extiende al imperativo con r de otros verbos. Pero hay que reconocer que la RAE recoge cómo hablamos y el uso de «iros» está clarinete.


No debemos confundir la forma imperativa «iros» con la combinación del infinitivo y el pronombre os, que también es iros. Por ejemplo, en las «perífrasis de infinitivo», donde a un verbo auxiliar —como poder, tener seguido de que, deber, etc.— le sigue un infinitivo, es correcta la forma iros, incluso cuando el sentido sea exhortativo:

«No tenéis que iros ahora mismo».

El uso habitual del infinitivo como imperativo también tiene algo que ver: a correr, a dormir, a callar.

La teoría

Cambia el verbo si el imperativo de ir(se) te resulta, digámoslo así, pedante. Utiliza «marchaos; dejadme solo», pero nunca «marcharos».

Precisamente, formar el imperativo con infinitivo es uno de los errores gramaticales más frecuentes. Anota que hay excepciones en las que sí puedes usar infinitivo.

Imperativo

Se usa al dar una orden a una segunda persona, del singular o del plural:

«Si me queréis, idos».


No es correcto el uso del infinitivo en lugar del imperativo para dirigir una orden a una segunda persona del plural:

«Si me queréis, irse».

Infinitivo

Puedes usarlo con valor de imperativo cuando la orden va dirigida a una segunda persona del singular o del plural y aparece precedida de la preposición a o en indicaciones, advertencias, recomendaciones, prohibiciones o avisos dirigidos a un público en general:

«Chicos, a callar».

«¡Decirme eso en mi cara!».

Fuentes: «Nueva gramática de la lengua española». RAE, «Ortografía de la lengua española». RAE, «Diccionario panhispánico de dudas». RAE, «Diccionario de la lengua española». RAE, Fundéu, Wikipedia

Un artículo de

Ana Cala

«Periodista en particular y aprendiz en general.
El periodismo es una maravillosa escuela de vida, ya lo decía Carpentier».